De viaje por la Macedonia griega

Grecia es uno de los países más espectaculares del mundo. Cuando uno piensa en organizar un viaje a Grecia, lo primero que le viene a la cabeza es la majestuosidad e historia de su capital, Atenas, o las bondades de sus playas e islas. Pero Grecia es mucho más que monumentos y playas de aguas cristalinas. En el norte del país se localiza una región con mucho encanto, la Macedonia griega, que a buen seguro merece la pena descubrir. De ahí que recomendemos pensar en la posibilidad de un viaje a Tesalónica.

Hablamos de una región interesantísima y con muy destacados restos arqueológicos, pequeños pueblos repletos de vida, una cuidada gastronomía, un pueblo que ha sabido conservar sus milenarias tradiciones y una naturaleza espectacular. De hecho, las playas de este territorio no tienen que envidiar a ninguna otra y encima cuentan con la ventaja de que no están nada masificadas, ni siquiera en la época veraniega.

Además hay que tener presente que las infraestructuras en Grecia han mejorado muchísimo y es muy fácil moverse por el país gracias a su red de autopistas. Lo más interesante es desplazarse hasta Tesalónica, la capital de Macedonia. Hablamos de una ciudad que cuenta con dos millones de habitantes, y que es una joya en sí misma. Dispone de un centro histórico muy bien conservado, pequeño y fácilmente paseable a pie. Además en esta zona se ubican muchos restaurantes y bares, y por la noche se puede comprobar el lado más desenfadado de la sociedad griega.
La ciudad, que es patrimonio de la humanidad y tiene por todas partes testimonios de su historia, museos, iglesias, murallas, un formidable castillo.

Con Tesalónica como punto de partida las posibilidades de explorar esta región son numerosas y muy fáciles. Por ejemplo, a poca distancia, en Vergina es de visita obligada la tumba de Filipo de Macedonia, el que fue el padre de Alejandro Magno. Un monumento que sorprende por su majestuosidad.

No lejos de allí de localiza la zona arqueológica de Dion, a los pies del monte Olimpo, y auténtica cuna de la cultura macedónica.