Ubicada en el corazón del mar Adriático se encuentra Corfú, una de las islas Jónicas que pertenecen a Grecia. Los viajes a Corfú son sinónimo de placer. No obstante la realeza y la alta aristocracia europea lleva siglos eligiendo este destino para pasar sus vacaciones. En las últimas décadas, Corfú se ha popularizado y cada vez son más los viajeros que recalan en este lugar. Esta isla griega, también conocida como Kerkyra, ha estado bajo el control de muchas culturas y naciones diferentes a lo largo de los siglos, lo que le confiere una historia culta y fascinante. La ciudad de Corfú, la más poblada de la isla, es uno de sus principales reclamos, pero hay muchos más monumentos históricos, pueblos de pescadores, estructuras religiosas y playas que atraen a los visitantes. Estas son algunas de las principales atracciones de Corfú para comprender todo lo que esta isla griega tiene por descubrir.
Playa Paleokastritsa
Paleokastritsa, término que se traduce como el lugar del antiguo castillo, es un pequeño pueblo en el noroeste de la isla de Corfú. Allí se localizan varios monasterios e iglesias de importancia histórica, aunque el principal reclamo es su famosa playa. Hasta ella se accede a través de un cómodo paseo pavimentado, que ofrece la posibilidad de caminar junto a la arena y disfrutar de las vistas del agua. Esta playa es un lugar fantástico para nadar o navegar, y, además, hay varios restaurantes a pocos pasos del agua, que sirven café, bebidas o las muchas especialidades culinarias típicas de Corfú.
Iglesia de San Spyridon
Se trata, tal vez, de la más hermosa de las numerosas iglesias con que cuenta la isla. San Spyridon, data de la década de 1580 y posee el campanario más alto de todas las Islas Jónicas. La iglesia, emplazada en el corazón del casco antiguo de Corfú, alberga una colección de reliquias de San Spyridon, que perteneció a la familia Voulgaris hasta el siglo XVI. La cripta de la iglesia también guarda los restos del propio santo en un sarcófago. La plata veneciana y las impresionantes pinturas decoran la iglesia, lo que la convierte en un interior realmente impresionante.
La antigua fortaleza, ciudad de Corfú
En el punto más oriental de la península donde se encuentra la ciudad de Corfú se levanta la antigua fortaleza de Corfú. Esta gran estructura medieval fue construida en en año 1546 , en la época en que los venecianos gobernaban la isla. De todos modos, la historia del lugar hay que buscarla bastantes años más atrás, ya que un castillo bizantino en su emplazamiento. La Fortaleza Vieja, separada de la ciudad por un foso, dispone de dos pequeños picos, o korypha, que son el origen del nombre de la isla de Corfú. Dentro de la fortaleza, los visitantes encontrarán varias estructuras británicas, como la Iglesia de San Jorge, que se instalaron en el lugar de los edificios venecianos originales.
El Canal D’Amour
En el lado occidental de la isla se encuentra uno de los principales reclamos turísticos que todos buscan durante sus viajes a Corfú. En Sidari, se ubica el Canal de l’Amour, una serie de ensenadas estrechas creadas por acantilados de arenisca. Cada una de ellas ofrece algo único, que va desde una franja de arena blanca hasta senderos que conducen a hermosos arcos de piedra o cavernas escondidas. Gracias a los acantilados, las ensenadas están protegidas por los vientos, lo que las convierte en un gran lugar para tomar el sol en los días más fríos.
Monte Pantokrator
¿Un poco de deporte y senderismo? También es uno de los reclamos de los viajes a Corfú. El pico más alto de toda la isla es el monte Pantokrator, un punto de referencia fácilmente identificable desde todos los rincones de Corfú. Desde su cima, es posible ver toda la isla en una vista panorámica, e incluso es posible divisar el vecino país de Albania en los días claros. Caminar hasta la cima del monte Pantokrator lleva un promedio de dos horas para un adulto que esté razonablemente en forma. Los menos motivados pueden subir conduciendo hasta la misma cima.
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