No hay una ciudad más mágica. Tampoco una ciudad con mayor historia en nuestra civilización. Por eso hoy les proponemos un viaje a la siempre mítica Atenas.
Si aún no han tenido la oportunidad de descubrir toda la grandeza de la capital griega, hoy les vamos a guiar por algunos de sus mayores secretos, por algunos de sus mayores atractivos, por uno de sus grandes ganchos turísticos.
Queremos perdernos por las calles de esta urbe cosmopolita y moderna que, sin embargo, ha sabido retener y conservar el pasado.
En la ladera sur de la Acrópolis se encuentra situada una de las maravillas de la antigüedad, un gran espacio que fue construido en el año 161 después de Cristo para celebrar audiciones musicales: el Odeón de Herodes Ático.
Este magno edificio fue levantado por el mandatario que le da nombre, Tiberio Claudio Herodes Ático, en recuerdo de su esposa fallecida a la que amaba con intensidad.
Situado junto al Teatro de Dioniso, esta imponente construcción permaneció en funcionamiento durante más de 100 años, hasta que en el 267 después de Cristo tuvo lugar la invasión de los Erulos.
Planteado para albergar cómodamente a más de 5.000 espectadores sentados, fue decorado con todos tipo de lujos de la época: techo de madera de cedro, mosaicos en el suelo y asientos en mármol blanco.
Para conocer esta reliquia del pasado les aconsejamos que recurran a una agencia especializada en viajes a Grecia.