Pilos es una localidad emplazada en plena península del Peloponeso perteneciente a Mesenia, al sur de Grecia. Se trata de un pequeño y precioso enclave habitado por apenas 5.000 vecinos. Lo más destacado de Pilos es su magnífica bahía del mismo nombre que está defendida por la isla de Esfacteria, un auténtico espectáculo de la naturaleza ya que se funde con un largo brazo de arena, conformando una estupenda laguna de aguas tranquilas, ideal para la práctica de deportes naúticos. En los últimos años Pilos se ha convertido en un referente de aquellos que desean un viaje a Grecia de ensueño.
Pilos es también conocido por las historias de la mitología griega que sitúan el origen de la ciudad en Pilo, hijo de Clesón. También fue un enclave importante durante la época troyana, cuando gobernaba estas tierras el rey Néstor.
Una estampa clásica de Pilos sería la de pequeñas embarcaciones pesqueras pintadas de vivos colores, casas recubiertas de paredes de un blanco inmaculado, con tejados de teja las clásicas ventanas de color azul y en lo más alto una pequeña pero preciosa iglesia ortodoxa dominando toda la bahía. No hace falta señalar que sus no muy numerosos pero impresionantes restaurantes cuenta con una oferta gastronómica de primer nivel, con lo mejor de la tierra y del mar.
Esta pequeña localidad helena se encuentra en un marco natural incomparable, con un entorno repleto de vegetación, destacando pinos y chumberas, entre los que se pueden llevar a cabo numerosas rutas de senderismo.
En el plano arquitectónica hay que reseñar los dos castillos que son el orgullo de sus habitantes, en primer lugar el Neo Kasto, el mejor conservado y que cuenta con una zona de mazmorras. En las afueras se encuentra la segunda edificación defensiva, Paleo Kasto, a apenas seis kilómetros del centro de la ciudad.
Por todos estos motivos, esta localidad del sur de Grecia, Palos, debe ser un punto de parada obligatoria en cualquier ruta por Grecia. A buen seguro nuestros cinco sentidos nos lo agradecerán.
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