La Navidad es una celebración de gran relevancia en muchos lugares del planeta y en Grecia se le da una importancia destacada. A pesar de que para los griegos la Semana Santa tiene un cariz más especial que la Navidad en términos religiosos, lo cierto es que las fiestas de Navidad son una de las preferentes para todos los que planean sus viajes a Grecia, ya que el país se engalana para pasar estas fechas tan señaladas.
De ahí que durante estos días la afluencia de turistas se note especialmente aunque lejos de las masificaciones de los meses de verano, cuando es temporada alta en el país heleno.
¿Cómo viajar a Grecia en Navidad?
Una vez que ya tenemos claro que vamos a viajar a Grecia, es el momento de plantearnos el tipo de transporte que vamos a utilizar. En este caso la mejor alternativa, sin duda alguna es viajar en avión para aterrizar directamente en el aeropuerto internacional de Atenas. Conviene reservar los vuelos con suficiente antelación ante la gran demanda y para evitar que los precios se disparen.
Alquiler de un vehículo
El alquiler de un coche se puede realizar tanto en el origen, mediante agencias de viaje especializadas por ejemplo, o bien en el mismo destino. Hay que tener en cuenta que la capital del país, Atenas, no está especialmente ideada para los coches y suele tener grandes problemas de atascos y falta de aparcamiento, como muchas otras capitales europeas. Es por ello que se recomienda visitar Atenas a pie y en transporte público y dejar el coche de alquiler para conocer otros destinos del país. Si tu viaje se va a centrar en Atenas no te recomendamos alquilar un coche.
El transporte local
Como comentábamos, es la mejor alternativa para moverse dentro de Atenas. La otra alternativa que podemos manejar es la de utilizar el propio transporte de la ciudad. Con el transporte público ahorraremos dinero y tiempo a la hora de aparcar, pero dependeremos de los trayectos prefijados así como de sus horarios. Una buena planificación es de gran utilidad. La red de metro y autobuses de la capital ateniense cubren todos los lugares de interés turístico y el centro es una delicia para pasear, gracias a que algunas calles se han ido peatonalizando en los últimos años.
Qué no te puedes perder en un viaje a Grecia en Navidad
Viajar a Grecia en Navidad y no ser testigo de alguna de las maravillas del mundo que podemos ver en el país heleno sería un grave error, de ahí que haya que tener presente la visita a algunos de los enclaves más representativos.
Atenas se engalana durante las navidades y la zona comercial se convierte en el epicentro de esta celebración. Por todo el centro de la ciudad, además, pueden encontrarse puestos callejeros donde comer, tomar una bebida e incluso comprar los regalos de Navidad para amigos y familiares que aguardan al regreso de tu viaje.
La Acrópolis. Este monumento es de visita obligada. La cuna de la democracia y de la civilización occidental es todo un símbolo en la capital.
Salónica. La segunda ciudad del país, a unos 500 kilómetros de la capital, merece una visita, que cobra especial animación al caer la noche con su colorida iluminación navideña y sus animados mercadillos.
El lugar donde vivían y descansaban los dioses del Olimpo es un enclave que, al menos una vez en la vida, hay que visitar. Haz un hueco en tu agenda para esta excursión.
Y si quieres relajarte, te recomendamos que reserves algún día para desconectar en alguna de las cientos de islas de Grecia, como Mykonos, Santorini, Creta, Lesbos, Amorgos, Rodas o Naxos. Es la época del año donde menos turistas hay en los archipiélagos griegos, por lo que la tranquilidad está más que asegurada. Ten en cuenta que muchos de los hoteles y alojamientos turísticos pueden estar cerrados durante estas fechas en las islas menos conocidas. Pero siempre encontrarán lugares con encanto a buenos precios y restaurantes donde reponer fuerzas y probar la auténtica gastronomía griega, reconocida en todo el mundo por su sabor y su dieta saludable.
En efecto, los viajes a Grecia en Navidad son una experiencia inigualable. Podemos disfrutar de esta época tan señalada como un griego más, alejado de la temporada más turística del país, el verano, donde muchos de los destinos turísticos están más saturados. Además, gracias a su benigno clima moldeado por el Mar Mediterráneo confiere al país unas temperaturas mucho más cálidas que la del resto de los países del norte de Europa.