El Peloponeso es una península de Grecia, que está unida al continente por el istmo de Corinto y que actualmente está cortada tras la construcción del Canal de Corinto. Se trata de una de las zonas de mayor crecimiento turístico del país griego, es por ello que cada año son más los turistas que incluyen una visita a este lugar durante sus viajes a Grecia.
Su nombre proviene del héroe de la mitología Pélope, quien fue quién logró conquistar toda esta zona. A pesar de que Peloponeso significa “isla de Pélope”lo cierto es que solo se convirtió en una isla real después de que en el año 1893 se llevara a cabo la culminación del famoso Canal de Corinto. En su territorio destacan las ciudades de Kalamata y Patras, además de que se encuentra ubicada Olimpia, la ciudad donde se celebraron los primeros Juegos Olímpicos de la historia, así como Esparta, una de las más importantes ciudades-estado de la antigua Grecia.
Olimpia, cuna de los juegos olímpicos
Como indicamos, Olimpia, emplazada en las faldas del monte Cronio y en la margen derecha del río Alfeo, fue desde tiempos inmemoriales un lugar sagrado. De hecho, la civilización micénica erigió un templo en honor del dios Zeus. Pero por lo que realmente se conoce a Olimpia es porque fue la primera ciudad en acoger los Juegos Olímpicos de toda la historia, allá por el año 776 a.C. En esta localidad se construyó la famosa estatua en honor a Zeus en oro y marfil por el famoso escultor clásico Fidias, estatua que estaba considerada como una de las 7 maravillas del mundo antiguo. Después comenzó un período de decadencia culminado por su práctica destrucción como consecuencia de un terremoto hasta el periodo actual cuando se ha convertido en uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del país.
Micenas
Entre los valles y las montañas del Peloponeso se levanta una colina donde se localizan el palacio del legendario rey Agamenón. Fundada por Perseo, según la mitología, Micenas era una urbe próspera y rica durante el período micénico. La puerta de los Leones da entrada a la ciudad construida en piedra, aunque todavía queda mucho por descubrir puesto que los trabajos arqueológicos prosiguen a día de hoy. En la parte más elevada se encuentra el Palacio Real, con su gran patio central. La tumba de Agamenón, uno de los héroes que aparece en la obra La Ilíada de Homero, se encuentra a las afueras de la ciudad.
Patras
La tercera ciudad más poblada del país, tras Atenas y Salónica, se localiza también en el Peloponeso. Su magnífico emplazamiento hace que este puerto natural sea la puerta de entrada hacia las Islas Jónicas. Muchas embarcaciones parten cada día desde su costa en dirección a algunas de las islas más turísticas del país, como Cefalonia, Zante o Ítaca. Se trata de un lugar multicultural y con mucha influencia del mar. La mejor época para conocerla es durante su famoso carnaval. Destacan su castillo medieval y el Museo Arqueológico de la ciudad.
Corinto
La historia de Corinto está marcada por Apolo, por Edipo, por griegos, romanos, macedonios y por los cristianos, tras la llegada del apóstol San Pablo que construyó las primeras iglesias a partir de antiguos templos paganos. Corinto tiene una extensa y fascinante historia, como atestiguan los restos arqueológicos. Destaca la fortaleza de Acrocorinto, con preciosas vistas del mar desde las alturas, el templo de Apolo o la fuente donde Medea envenenó a Pelias. Para conocer mejor la historia de este lugar, es muy recomendable visitar el Museo Arqueológico de Corinto donde se pueden ver objetos cotidianos de la vida de sus habitantes, como esculturas, vasijas y piezas de arte, encontrados durante las excavaciones que siguen en marcha.
Esparta
Una de las dos ciudades-estado más famosas de la antigüedad, junto a Atenas, se encuentra junto al río Eurotas, al sur del Peloponeso. Esparta es reconocido porque fue la mayor potencia militar del país. Es conocida por la rigurosa educación espartana, cuyo significado ha perdurado hasta nuestros días. De la vieja Esparta apenas queda nada, a diferencia de otras urbes griegas, está mal conservada. De todos modos, bien merece una visita este lugar que tanta importancia histórica asesoró en la antigua Grecia.
El teatro de Epidauro
Se trata de uno de los lugares Patrimonio de la Humanidad más importante del país. Hablamos de un magnífico teatro, tal vez el mejor conservado, que data del siglo IV a.C.. Construido por Policleto el Joven, a apenas 500 metros del famoso santuario Asclepio, este edificio aprovecha el desnivel de la colina para emplazar las gradas. Posee 52 filas en dos alturas con una capacidad de hasta 12 mil espectadores. A pesar de su antigüedad, la acústica del teatro de Epidauro es inmejorable. Por eso se recomienda, si es posible, acudir a alguno de los conciertos o festivales de teatro clásico que a día de hoy se siguen celebrando en su escenario.
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