Es mundialmente famosa porque en ella se descubrió la Venus de Milo. Se trata de una pequeña isla, perteneciente al Archipiélago de las Cícladas, situada en el Mar Egeo. Nos referimos a la bellísima isla de Milos (Milo para los helenos).
Sus dimensiones la hacen perfecta para el turismo, ya que de norte a sur apenas cuenta con 12 kilómetros, mientras que de anchura, de este a oeste, no supera los 23 kilómetros.
Al igual que le ocurre a Santorini, Milos fue un antiguo volcán cuyo cráter hoy en día forma una gran y espectacular ensenada.
La capital es Milo, también denominada por los griegos Plaka, situada al norte de la isla.
Afortunadamete, la isla de Milos no ha sufrido el desembarco del turismo masivo como algunas de las islas que la rodean, y sigue siendo un lugar tranquilo donde disfrutar de sus incomparables y heterogéneas playas.
Por sus especiales particularidades geológicas, en la isla se puede disfrutar de playas de roca blanca sin arena como la de Sarakiniko, de la arenosa Firiplaka o de la espectacular cala de Tsigrado.
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