Las mejores playas de Grecia

Las playas son uno de los principales reclamos para los millones de turistas que cada año optan por realizar sus viajes a Grecia. En algunas ocasiones te sentirás como si estuvieras en un atolón de las islas del Caribe, otras, abrumado por la exuberante naturaleza mediterránea, y a veces sentirás la soledad de encontrarte en una isla desierta en mitad del Océano Pacífico. Sea como fuere, las mejores islas de Grecia proponen una interminable colección de playas paradisíacas y arenales cubiertos de arena fina, donde el tiempo parece detenerse y la naturaleza cautiva con su lado más salvaje. Esta es nuestra selección de algunas de las mejores playas de Grecia:

La playa de Sidari, en Corfú

En la isla Corfú, la playa de Sidari, ubicada al norte de la isla, está llena de calas pequeñitas donde disfrutar de un buen chapuzón. El denominado Canal del Amor, donde, según cuenta la leyenda, si lo cruzas a nado, al otro lado te espera el amor de tu vida. Se trata de un lugar misterioso con formas sinuosas ocasionadas por la erosión de las rocas por los elementos, como el viento y las olas del mar es un lugar especial. Esta playa de arena fina dispone de accesibilidad, así como sombrillas y tumbonas. Debido a su reducida extensión, se recomienda llegar pronto en temporada alta.  

Playa de Myrtos en Cefalonia

La divina playa de Myrtos, emplazada en la isla de Cefalonia, es una de las playas de mayor renombre de todo el país griego. Es de larga extensión y se encuentra en las faldas de dos imponentes montañas, por lo que el entorno natural resulta espectacular. Aguas turquesas, muy típicas de las playas de rocas, es muy recomendable acudir a este lugar al atardecer, cuando los rayos del sol se funden en el mar entre los grandes acantilados que la protegen del viento. 

Playa del Naufragio, en Zante

Una de las más icónicas del país heleno, la Playa del Naufragio, se localiza en la isla de Zante. Combina todo lo que buscamos en una playa de leyenda: muy bonita, aguas cristalinas, acantilados blancos y un gran contraste de colores del entorno natural. Pero la joya de la corona de esta playa viene del ser humano, debido al naufragio de un barco en los años 80 que dejó la embarcación encallada a pie de la playa. El paso del tiempo y la oxidación han dejado un paisaje de película. Hay que tener en cuenta que hasta este lugar solo es posible acceder a través del mar, pero no te preocupes, hay numerosas excursiones organizadas que parten de la cercana localidad de Agios Nikolaos y que dan la posibilidad de zambullirse en este mágico lugar. Muy cerca se encuentra un mirador desde el que observar la bahía desde las alturas, un lugar perfecto para tomarse una foto para el recuerdo. 

La Playa Roja de Santorini

Una de las más conocidas del país, protagonista de decenas de folletos turísticos de las islas griegas. La Playa Roja de la isla de Santorini no deja a nadie indiferente, el potente color de la arena, de origen volcánico, las formas de las rocas, el agua turquesa… todo ello hace que sea una de las más bonitas y turísticas de toda Grecia. Hay varias formas de llegar hasta este rincón donde el tiempo parece haberse detenido, bien por barco, en bicicleta o caminando. Un consejo, el snorkel en esta zona es especialmente interesante. Además, es una manera de alejarse un poco de la arena de la playa que suele estar abarrotada de turistas durante la época estival. Tras el paso por la playa no puedes dejar de visitar la localidad de Acrotiri, muy cercana, desde donde se contempla una preciosa puesta de sol en un entorno único, la caldera del volcán que conformó la isla de Santorini.

Playa de Lindos, isla de Rodas

Desde lo más alto de la bien conservada acrópolis de Lindos, las vistas se extienden sobre un precioso entorno, jalonado de las típicas casas blancas tradicionales del país y, al fondo, una coqueta playa de arena dorada. Esta playa es ideal para familias con niños, dado que es muy fácil acceder a ella y las aguas en la zona son tranquilas. Después de pasar una jornada de sol y playa, es una gran idea perderse por las estrechas calles de Lindos y disfrutar de una cena, un refresco o un helado para reponer fuerzas y que la velada sea completa.