Pocos lugares del mundo poseen la belleza natural y la disparidad de posibilidades que ofertan las islas griegas. Pero no todas son iguales, algunas pueden estar atestadas de turistas y otras, en cambio, son un paraíso de paz y tranquilidad. Cuando los visitantes planean sus viajes a Grecia, tienen esto en cuenta. Por eso, desde Egrecia, queríamos dar a conocer el ingente potencial de las islas argosarónicas. Sin duda, uno de los rincones del país que merece la pena descubrir.
Las principales islas de este archipiélago heleno son Egina, Agistri, Spetses, Hydra, Poros, Salamina, además de la península de Methana. Juntas conforman el complejo de islas del Golfo Argosarónico, ubicadas al sur de Grecia. Estas islas, repartidas a lo largo y ancho del Golfo Argosarónico, son fácilmente accesibles desde la capital del país, Atenas. La conexión diaria en ferry desde el puerto de El Pireo los convierte en un destino accesible durante todo el año para los atenienses y, por supuesto, para los turistas internacionales, que disfrutarán en su estancia de leyedas mitológicas, belleza natural, tesoros monumentales y una arquitectura única, además de suntuosas playas, un destino, en efecto, que reúne todo lo que se puede desear para unas vacaciones de ensueño.
Egina
La isla de Aegina o Egina es uno de los destinos turísticos más populares, ya que es la más cercana a Atenas, a apenas 25 kilómetros del puerto de El Pireo. Según la mitología clásica, esta isla tomó su nombre de una ninfa, hija del dios del río Asopos, de quien Zeus se enamoró y se llevó a esta isla. La isla de Egina es ideal para vacaciones familiares, gracias a sus playas bonitas y suaves. Es la escapada perfecta dedesde Atenas, y sigue siendo una experiencia original perfecta para hacer en un día.
Agistri
A solo 30 kilómetros de Atena, Agistri es un paraíso del Golfo Argosarónico de muy fácil acceso. Sus aguas turquesas, los pinos y la exuberante vegetación, donde se refugian muchas especies de aves y otros animales, son las características principales de esta pequeña pero encantadora isla de menos de 1,000 habitantes. Hay tres grandes asentamientos en la isla: Megalochori, Skala y Limenaria, donde el tiempo parece haberse detenido hace muchos siglos, a pesar de su cercanía a la metrópoli ateniense.
Spetses
Spetses es una isla con una larga tradición naval, y muy conocida por su importante contribución a la Guerra de Independencia de 1821. Fue aquí donde se levantó la bandera de la revolución el 3 de abril de 1821. La isla ha logrado conservar su carácter tradicional individual gracias a sus mansiones, perfectamente conservadas, que aún son testigos del pasado glorioso de la isla. El pintoresco puerto viejo y Dapia, un centro turístico y comercial donde late el corazón de los entretenimientos de la isla, son marcas registradas de la ciudad de Spetses.
Hidra
Esta isla domina el Golfo Argosarónico, es uno de los destinos más románticos de Grecia. Mansiones de piedra tradicional, calles estrechas y empedradas, plazas aisladas y, sobre todo, la prohibición de automóviles y el uso de alrededor de 500 burros como medio de transporte público, explican la razón por la que Hydra conservó su atmósfera inalterable al paso del tiempo.
Salamina Según el mito, el nombre Salamina fue dado a la isla por Kychreas en honor a su madre Salamina, una de las cinco hijas del dios del río Asopos. En la actualidad es un destino rebosante de naturaleza y playas, donde es muy complicado cruzarse con turistas. Un paraíso secreto que pocos conocen.
Poros
Exuberante vegetación de pinos, playas de aguas cristalinas, un animado paseo marítimo adornado con tiendas, acogedores cafés y restaurantes, una capital pintoresca (declarada asentamiento protegido) con grandes mansiones tradicionales y pintorescas calles adoquinadas, así como una amplia selección de lugares de entretenimiento. Estos son los ingredientes de este destino tranquilo y cosmopolita que atrae a visitantes de todas las edades.
Metana
La península de Metana, se asienta sobre un volcán que emergió del mar. Aquí lo mejor es dejarse llevar por el instinto viajero y descubrir este impresionante paisaje volcánico con vegetación densa, pueblos costeros y diversidad de flora y fauna. El establecimiento del complejo de spa en 1870 lo convirtió en una popular ciudad balneario que atrae principalmente a personas mayores de muchos países europeos.
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