Está situada estratégicamente. Es el perfecto balcón, el mirador idóneo de toda la ciudad. Un lugar cargado de magia donde concederse un verdadero regalo para nuestro sentido de la vista.
Nos referimos hoy a la Colina de Filopapos, un alto que domina toda la impresionante Atenas, la capital de Grecia.
Situada muy cerca de la Acrópolis ateniense, es conocida por los habitantes de la urbe como la Colina de las Musas, una denominación mucho más poética y más emotiva.
En la cumbre además se encuentra el importante el monumento a Filopapos, construido en el siglo II después de Cristo, en honor a este importante cónsul romano. Con De 147,40 metros de altura, esta antigua construcción formaba parte de las fortificaciones construidas para proteger la ciudad antigua de los diferentes invasores.
Desde la cima de la colina hay una visión perfecta del Pireo y del Golfo Sarónico, así como de la incomparable Acrópolis y de el sky-line de Atenas.
La mejor hora para visitarla es el atardecer ya que por la calidad de la luz podrán tomar imágenes irrepetibles y vivir puestas de sol inolvidables en este promontorio más cercano al cielo que a la tierra.
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