La alimentación en la Antigua Grecia

Según han comprobado los historiadores del mundo heleno, los griegos realizaban tres comidas al día, tradición que se ha mantenido en nuestra sociedad, pero con ligeras variantes.

El desayuno estaba compuesto de pan de cebada, que mojaban en vino tinto, añadiéndole en ocasiones especiales a este primera comida diaria aceitunas o higos para hacerla más completa y nutritiva.

El almuerzo, al mediodía o al principio de la tarde, solía ser más frugal, excepto en los grandes banquetes y celebraciones sociales.

Al anochecer llegaba el momento culinario más importante del día, la cena, donde los griegos solían incluir carne y pescado.

Comían sentados, aunque el empleo de banquetas era exclusivo de los grandes banquetes, y de ahí su nombre. Además se alimentaban directamente con los dedos, sin emplear tenedor. Eso sí, disponían de cuchillos para partir la carne y también de cucharas para no verter los caldos, las sopas y los líquidos.

En muchas ocasiones las tortas de pan servían de plato, aunque las familias más adineradas disponían de recipientes de terracota e incluso de metal. Las vajillas de mayor calidad llegarían años después, coincidiendo con la época romana. Se han encontrado restos de platos elaborados con materiales preciosos e incluso con vidrio.

Las casas griegas solían estar construidas de adobe y eran de escasa calidad, ya que la concepción de los helenos era darle mucha mayor importancia a la vida pública que a la familiar o privada. En torno a un patio central se configuraba toda la vivienda. Planifique el mejor viaje de su vida a Grecia en la sección de Viajes a Grecia.