Es famosa en todo el planeta por su producción de esponjas de mar, el producto que la ha dado a conocer de forma internacional.
Se trata de Kalimnos, una pequeña isla perteneciente a la cadena de islotes del Dodecaneso, en el mar Egeo, entre la costa turca y las Cícladas, a media distancias entre Leros y Kos.
La forma más habitual de llegar a este paraje es en ferry desde la cercana isla de Kos o desde El Pireo, pero si prefieren un desplazamiento más rápido, pueden hacerlo en avión ya que la capital estrenaba su flamante aeropuerto hace cuatro años, en 2008.
Se trata de un destino poco transitado, pero que cada vez adquiere más pretigioso fundamentalmente por sus hermosos paisajes y sus espectaculares playas de arena, verdaderamente paradisicas. Las más conocidas son Panormos, Mirties y Masuri.
Pero si lo que quieren es estar completamente solos en un arenal, pueden viajar en barca hasta las vecinas islas de Telendos y Psérimos, completamente deshabitadas, donde disfrutar de un baño en soledad.
En sus 96 kilómetros de longitud apenas vive una reducida población de 20.000 personas, marcada por su hospitalidad y carácter abierto, extrovertido y afable con el turista.
En la capital de la isla, Kalimnos, el dispar colorido de sus casas junto al puerto es la estampa más típica y exportada a todos los países del mundo.
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