Grecia siempre ha sido, en gran parte debido a su privilegiada ubicación geográfica, una encrucijada de civilizaciones que han sabido ir dejando sus huellas en casi todas las zonas de su territorio. Esto se ha traducido en un amplísimo patrimonio histórico-artístico que cada año atrae a un mayor número de visitantes, seducidos por los Lugares Patrimonio de la Humanidad catalogados por la UNESCO a la hora de acometer sus viajes a Grecia.
Si atendemos a los criterios de selección por parte de la UNESCO, un organismo dependiente de a ONU, la Organización de Naciones Unidas, «los monumentos incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial se eligen y aprueban sobre la base de su valor como los mejores ejemplos del genio creativo humano. Exhiben un importante intercambio de valores humanos y dan un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o a una civilización que vive o ha desaparecido. Están directamente relacionadas con etapas importantes de la historia humana y, por este motivo, tienen un significado universal excepcional y forman parte del patrimonio común de la humanidad».
Teniendo esto en cuenta, podemos afirmar que en muy pocos lugares del planeta se dan juntas todas estas características como en Grecia, uno de los países que dispone de más lugares que cuentan con este importante reconocimiento. El primer monumento del país griego que logró que se colara en la lista de la UNESCO fue el Templo de Apolo Epicurius, fue en el año 1986. Desde ese momento, el número de nuevos monumentos en la lista ha aumentado cada año. A día de hoy se contabilizan un total de dieciocho monumentos,como el sitio arqueológico de Filipos o la ciudad vieja de la isla de Corfú, pero hoy vamos a destacar los más visitados por los turistas.
Sitio arqueológico de Aigai o Vergina
Cerca de la localidad de Vergina, al norte del país, se descubrieron durante el siglo XIX los vestigios de la ciudad de Aigai, o lo que fue la primera capital del reino de Macedonia. Los más destacados son el palacio real, decorado con magníficos mosaicos y los de la necrópolis, que cuenta con más de 300 tumbas, muchas de las cuales se remontan al siglo XI antes de Cristo. Una de ellas se dice que pertenece al gran Filipo II, que con la conquista de todas las polis de Grecia arrancó la era de expansión del mundo heleno que después completaría su hijo Alejandro Magno.
Monte Athos
Estamos hablando del gran referente en el ámbito de los centros espirituales de la iglesia ortodoxa, la principal de Grecia. Construido en el año 1054, este “Monte Santo”, prohibido tanto a las mujeres como a los menores, posee un estatuto de autonomía desde los tiempos de Bizancio. El Monte Athos tuvo también una importancia considerable en el ámbito de las artes. En la actualidad se conservan un total de 20 templos, habitados por 1.400 monjes que han sabido preservar el legado de las tradiciones ortodoxas.
Templo de Apolo Epicuro en Bassae
Como antes indicamos, este fue el primer monumento en alcanzar el reconocimiento por parte de la UNESCO. Este templo, dedicado al dios del sol y de la medicina, fue erigido en el siglo V en una ubicación más que privilegiada localizada en las montañas de Arcadia. Su principal característica es la combinación del estilo arcaico con el estilo dórico, de líneas mucho más simples. A todo esto se suman algunas adelantos arquitectónicos, como el capitel corintio más longevo de los descubiertos hasta la fecha en todo el planeta, casi nada.
Sitio arqueológico de la Acrópolis, Atenas
Un año más tarde, en el año 1987, la Acrópolis de Atenas, en la capital del país y sus diferentes edificios fueron elegidos por este organismo de la ONU con su especial protección. Son símbolo universal de la civilización y del espíritu clásico griego. El mayor regalo y legado de la civilización griega a toda la humanidad. EStos monumentos datan de la segunda mitad del siglo V a.C., y se levantaron con el objetivo de conmemorar la victoria en la guerra contra el Imperio Persa. Su construcción estuvo bajo las órdenes del arquitecto Pericles y de un grupo de artistas de renombre que cometió las más que ambiciosas ideas del estadista de origen ateniense. Entre ellos el más famoso, el Partenón, construido por Ictino pero también otros como los Propíleos, la entrada monumental de la Acrópolis diseñada por Mnesicles, el Erecteion o el pequeño templo de Atenea Niké.
Santuario de Asklepios, Epidauro
Emplazado en medio de un minúsculo valle de la península del Peloponeso, esta localización monumental comprende un santuario dedicado al dios de la medicina, Esculapio. Los principales edificios de este Patrimonio de la Humanidad de Grecia fueron construidos durante el siglo IV a.C. Los más famosos son el templo de Esculapio, el tholos y el teatro, que está considerado como una de las más célebres obras de la arquitectura clásica de Grecia. Este conjunto histórico artístico es, además, un testimonio excepcional acerca de los cultos terapéuticos de la Antigüedad grecorromana y han sido muy estudiados a lo largo de la historia.
Sitio arqueológico de Delfos
Se trata de otro de los principales reclamos arqueológicos de Grecia. En este santuario panhelénico, se dice que se manifestaba el oráculo de Apolo, se encontraba el ónfalo, más conocido como “ombligo del mundo”. En perfecta armonía con el entorno natural que lo rodea y de un carácter sagrado, Delfos era en el siglo VI a.C. el centro religioso más importante de toda Grecia, además del principal símbolo de la unidad de las diferentes polis helenas.
Leave A Comment