Tiene nombre de reina y en verdad lo es. Se trata de una hermosa isla en mitad del golfo Sarónico, conocida mundialmente por su templo de Afaia.
Nos referimos a Egina (también denominada Aegina o Aigina), una isla paradisiaca que merece la pena visitar en nuestro viaje a Grecia.
Este lugar fue una de las primeras ciudades con puerto comercial de la antigua Grecia y también el primer lugar en acuñar moneda, lo que deja patente su desarrollo. Igualmente fue pionera en contar con una marina para sus barcos.
Su nombre deriva de la ninfa Egina, que según la leyenda y la mitología helena, fue la madre de Eaco, joven nacido en la isla que posteriormente llegaría a ser rey del territorio.
Su situación es privilegiada ya que se encuentra a tan solo 20 kilómetros del Pireo, en dirección sudoeste, y a 10 kilómetros de Methano, en el Peloponeso.
Actualmente Egina es la primera productora de pistachos de toda Grecia y sus exportaciones a nivel mundial la han convertido en gran referente de este producto.
Para los visitantes, el punto turístico principal de la isla es el Templo de Afea, situado a unos 11 km al este de la capital, con un hermoso estilo dórico. Según los historiadores fue construido tras la batalla naval de Salamina.
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