Cuentan que desde sus acantilados se pueden retratar las más bellas puestas de sol de toda Grecia y captar algunas de las imágenes más bellas del mundo.
Lo cierto es que siempre al ocaso, cuando empieza a caer la penumbra, el cabo Sunion presenta una actividad desmedida de turistas, viajeros y curiosos que quieren vivir esta experiencia.
Desde luego es la excursión perfecta si visita la capital griega, ya que el cabo Sunion se encuentra al sur del Ática, a tan solo 68 kilómetros al sureste de Atenas, es decir, unos 45 minutos en coche.
Si les atrae esta propuesta, pueden cerrar su viaje barato a Atenas por un presupuesto muy económico.
Debido a su situación estratégica, los antiguos pobladores atenienses emplearon esta perfecta atalaya observatorio para avistar los barcos que se acercaban a Atenas.
Además, tiene su propia leyenda. Este punto es el lugar en el que el rey Egeo, padre del héroe Teseo, se lanzó de cabeza al mar. Teseo le había dicho que si volvía victorioso de Creta tras su lucha con el Minotauro, izaría unas velas blancas, por el contrario, si moría, la tripulación dejaría las velas negras. De regreso a su país con vida, Teseo, agotado por la dura batalla, se durmió y su barco continúo enarbolando velas negras que fueron las que vio su padre que, desesperado, se arrojó de lo alto del acantilado, dando nombre al mar.
En Sunion no sólo impresiona el sol. Allí podrá disfrutar de las ruinas de dos impresionantes templos que parecen levanatdos sobre el mar: uno el de Atenea y el otro el de Poseidón.
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