En España salimos de cañas y de pinchos. En otras culturas salen a tomar el vermut u otras bebidas espiritosas.
Sin embargo en Grecia la tradición marca que la mejor forma de disfrutar de la vida es tomar un café en compañía.
Por eso en las principales ciudades helenas es todo un ritual salir con la parea (grupo de amigos), a disfrutar de un café o cafés, una actividad que se puede prolongar durante horas, incluso durante casi todo el día.
Las cafeterías griegas son espacios muy cuidados, con una decoración moderna, elegante y con detalles de interiorismo que los hacen diferentes. Además muchos de ellos cuentan con amplias terrazas que permanecen abiertas durante todo el año, aunque en invierno se cubren con toldos y se colocan estufas de gas.
Por esta exclusividad de las cafeterías, el precio del café es bastante más elevado de lo que suele comportar en España.
Los kafeníos son los típicos bares griegos, en los que departen los hombres mayores, mientras juegan al backgammon o mueven entre las manos un kombolói, algo similar a un rosario.
Lo más llamativo es que el café griego típico se prepara al estilo turco, es decir, sin filtrar. Toda la mezcla se hierve en un cacillo denominado briki. Luego se deja reposar y se sirve acompañado de un vaso de agua fría