No sólo las islas griegas pueden presumir de una belleza extasiante. También la Grecia continental o peninsular está plagada de rincones y lugares para admirar, muchos de ellos por descubrir, con áreas poco visitadas y al margen de los circuitos más turísticos.
Una de esas zonas poco transitadas es la región de Epiro, situada al noroeste del territorio heleno.
Se trata de una de las regiones más verdes y frondosas del país heleno, ya que por su clima suelen caer precipitaciones durante buena parte del año.
Los viajeros que la han recorrido la comparan con el norte de España, concretamente con Asturias y Cantabria, por la belleza de sus paisajes, por sus bosques, montañas, gargantas y ríos de aguas cristalinas y transparentes.
Se trata de un destino mágico para los amantes de la naturaleza y del senderismo, ya que toda la región está plagada de rutas y recorridos, perfectamente señalizados y de dificultad media-baja, para todas las edades y todo tipo de condición física.
Denominada el granero de Grecia, esta zona e eminentemente agrícola y ganadera.
A lo largo de este territorio se hallan varias ciudades interesantes y dignas de visitar.Por ejemplo Parga, ciudad de pescadores, vigilada por los muros derruidos de una fortaleza veneciana y por un fuerte que construyeron los franceses.
Otra urbe con encanto es Ephyra, que se levanta en el lugar mágico donde confluyen los ríos Cocito y Aqueronte.
Otra población sorprendente y que deja con la boca abierta a los visitantes es Metsovo, que ha sabido conservar las tradicionales casas de madera de los labradores y aldeanos.
Si se plantean una inmersión en la Grecia peninsular, no olviden consultar los presupuestos de los expertos en viajes helenos.