Destila luz. Brilla como el oro en medio del Mar Egeo. Es una isla paradisiaca, perdida, destinada a las almas más aventureras.
La isla griega de Paros tiene el encanto de las tierras indescifrables, virgenes, no conquistadas ni dominadas por el hombre. Sus 120 kilómetros de playas doradas son su mejor carta de presentación.
Con apenas 16.000 habitantes censados y apenas descubierta por el turismo masivo y salvaje, este oasis mantiene intactas sus costumbres y su naturaleza.
Pertenece a las Islas Cícladas, un famoso conjunto de islotes entre los que también destacan otros como Delos o Naxos, los más conocidos por los viajeros.
Parikia, un verdadero sueño de casas blancas encaladas, ciudad inmaculada y perfecta, es la capital de la isla. Presume de su gran puerto deportivo y también de su puerto comercial, donde cada vez atracan más cruceros por la belleza de la zona.
Al margen de la capital, otros lugares que no puede perderse en su visita a Paros son la hermosa Naoussa o la indescriptible Pisso Livadi, un lugar perfecto para salir de tiendas y comprar alguno de los productos más típicos del lugar.
Otro de los parajes de ensueño es el Valle de las Mariposas, un lugar único en el mundo por su colorido y su belleza.
En cuanto a monumentos, el Templo de Apolo les dejará boquiabiertos por su arquitectura y sus formas.
Si planifican una escapada a Paros, su mejor opción es acudir a los especialistas de viajes a Grecia.
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