No es un destino turístico como Atenas o las islas griegas que acogen cada año a millones de visitantes, pero cada vez son más las personas que eligen en sus viajes a Grecia la ciudad de Patras, la tercera urbe más poblada del país, con algo más de 170.000 habitantes. Su popularidad, como decíamos, gana cada temporada más fieles gracias a su colorido festival que se organiza en Patras año tras año. Es, tal vez, uno de los más espectaculares de toda Grecia.
A pesar de que Patras no es uno de los principales destinos del país, los visitantes cada vez la incluyen más en sus tours por Grecia, debido a su destacado patrimonio folklórico, artístico y monumental, así como por su oferta playera, debido a la cercanía de numerosos arenales bañados por aguas cristalinas.
Patras está localizada en la costa septentrional de la península del Peloponeso y lo debe casi todo al mar. Sus instalaciones portuarias constituyen una fuente casi inagotable de riqueza. Durante los casi 4.000 años de historia de la ciudad, su puerto ha sido punto de entrada y salida de numerosas riquezas, pescado, frutas, verduras, aceite de oliva…por algo se denominada a Patras como la Puerta del Oeste de Grecia.
Un lugar que atesora historia por sus cuatro costados. En sus cuatro milenios de historia, la ciudad ha sido testigo de excepción de guerras, invasiones, alianzas y conquistas, de hecho, tantos los venecianos como los turcos dejaron su impronta tras el paso por este rincón.
Durante el siglo XX la ciudad vivió procesos convulsos que hicieron que cayera en cierta desdicha. Aunque el reconocimiento de la localidad como Capital Europea de la Cultura, título logrado en el año 2006, hizo que Patras entrara en pleno siglo XXI como una ciudad abierta y orgullosa de su historia y su legado.
A la hora de visitar Patras hay que tener en cuenta varias que la ciudad se divide en dos zonas, la ciudad alta y la ciudad baja.
La Ciudad Baja es la zona más moderna de Patras, con una organización de calles más estudiada y organizada y donde se desarrolla la actividad política, cultural y comercial de la urbe griega. En esta zona encontramos edificios preciosos de estilo neoclásico, como el Teatro Apolo, el Ayuntamiento de Patras o la Corte de Justicia. Aquí también se ubican la mayor parte de restaurantes, tiendas, bares y locales de ocio.
La Ciudad Alta es lo más atractivo desde el punto de vista turístico. Es como retroceder varios siglos atrás. Es imprescindible visitar la fortaleza, que se emplaza en un elevado monte que se alza más de 1.900 metros sobre el nivel del mar y sobre el que se domina toda su área de influencia y la bahía. Este área también alberga algunos de los tesoros arquitectónicos más destacados de Patras, como su anfiteatro, que data de la época romana y que alberga algunos festivales de teatro y música durante la primavera y el verano. Muy cerca, también se halla el castillo, que no se encuentra en muy buen estado de conservación, pero que es suficiente para hacerse una idea de la grandeza que un día tuvo Patras.
Tal vez, por lo que Patras es cada vez más conocida en toda Europa es por su vida cultural, destacando por encima de todo su archiconocido Carnaval. Es uno de los más grandes del viejo continente y entre sus actividades hay todo tipo de propuestas para todos los públicos, música, baile, disfraces y un desfile que congrega a toda la ciudad. Entre sus actos más destacados, hay que señalar la Bourboulia. Se trata de una danza ritual única, ejecutada por mujeres que van vestidas con túnicas y con las caras ocultas ras máscaras. Para los más juerguistas, la mejor opción es la fiesta que se monta en torno al Nihterini Podarati, el desfile nocturno, que tiene su punto más álgido con la quema del «rey del carnaval», todo un acontecimiento que tiene lugar en las inmediaciones del puerto de la localidad
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